Los sueños, sueños son pero a veces se hacen realidad ¡España es campeona de Europa! La espera llegó a su fin, después de seis intentos previos y casi después de 75 años de su primera final. Katowice, Polonia y Europa ha visto culminar la carrera de un equipo que ha hecho absolutamente historia en el baloncesto moderno.
Todo comenzó en 1935 en Ginebra, en aquella ocasión Letonia se imponía por 18 a 24, pero aquella España poco o nada tiene que ver con la actual. Para empezar porque la estrella de aquel equipo era Rafael Martín, un pequeño alero de apenas 1,55 metros apodado 'Le petit espagnol; hoy nuestra estrella es un gigante de 2,14 que ha tocado el cielo del baloncesto mundial. Pau Gasol (18 puntos y 11 rebotes en la final) ha completado un torneo maravilloso, superando sus problemas físicos y demostrando su implicación con España. Su corazón y compromiso con la selección y los compañeros es la fuerza del equipo, la misma que les ha llevado al oro y a él ser designado el MVP del Eurobasket.
En 1983 España repetía presencia en una final y lo haría ante la temible Yugoslavia de Cosic, Dalipagic y Slavnic. En el 83, la gran España de Corbalán, Epi y Fernando Martín volvía a verse las caras con otra generación histórica como era la Italia de Sacchetti, Riva o Meneghin. Hoy la generación histórica es la nuestra, la del 80. Una generación forjada en oro desde que en 1999 conquistara el Mundial Junior en Lisboa. Más tarde vendría el Mundial de Japón y hoy, por fin, el tan buscado oro del Eurobasket.
Habría que esperar 16 años para volver a estar en una final, la segunda que se perdía frente a Italia. La presente década también ha vivido dos oportunidades perdidas: la primera, contra Lituania (Suecia 2003) en lo que suponía el comienzo de un gran equipo que ha conseguido estar en cuatro de las últimas seis finales del Eurobasket. En 2007 llegaría la gran decepción de Madrid, allí todo estaba preparado para que España, ante su afición, culminara su reinado. No fue así y Rusia le arrebató un oro que por fin tienen colgado de sus cuellos.
El oro conseguido por Pau Gasol, Rudy Fernández, Ricky Rubio, Juan Carlos Navarro, Víctor Claver, Felipe Reyes, Carlos Cabezas, Raül López, Sergio Llull, Marc Gasol, Alex Mumbrú y Jorge Garbajosa supone honrar a todos aquellos jugadores que defendieron los mismos colores y que nunca pudieron llegar a lo más alto del podio.
Un podio donde hoy los jugadores españoles tocan con sus manos el cielo baloncestístico y culminan una década llena de éxitos donde se han sumado un título mundial (Japón 2006), un europeo (Polonia 2009), una medalla de plata olímpica (Pekín 2008), dos subcampeonatos de Europa (Suecia 2003 y España 2007) y un bronce continental (Turquía 2001).
Cosas de la vida, la final ha sido un fiel reflejo del campeonato vivido por España y ni el mejor de los guionistas podría haber escrito una trama más clara para una medalla tan deseada: España alcanzaba el cielo contra el mismo rival que le envió a las puertas del infierno antes de tiempo, Serbia.
España realizó un partido perfecto, dominándolo desde el principio (Foto EFE) | |
Nervios, muchos nervios para empezar. La presión existía para ambos y eso es sinónimo de errores. España circulaba el balón con éxito pero el alón no quería entrar en lo que parecían canastas sencillas.
España comenzaba tan fría como lo hizo un 7 de septiembre en Varsovia. La falta de ritmo, los problemas físicos y quizá un exceso de confianza hacían que el equipo de Sergio Scariolo fuera claramente superado por una Serbia que nadie se esperaba ver 14 días después.
Sin embargo poco o nada se parecían la España que abrió el campeonato con la que lo cerró. La metamorfosis producida en el campeonato fue tan espectacular que nadie diría que son el mismo equipo.
España creció en este campeonato a base de superar duras pruebas tanto físicas como mentales. España estuvo dos veces contra las cuerdas. Ahora pocos se acuerdan pero el KO pudo suceder cuando, en el segundo partido de la fase inicial, Jarrett Hart puso cuatro arriba a Gran Bretaña a falta de cinco minutos.
Semejante esfuerzo de superación sólo se consigue cuando se conjuga tanta calidad; por eso, cuando el talento se une en la pista los nervios no pueden atenazarte. Pronto Navarro, Ricky y Garbajosa comenzaron a martillear el aro serbio con sus triples. El comienzo era esperanzador (13-5).
El partido rápidamente tomaba un punto de inflexión tan radical como el que hizo que España superara a Lituania en la segunda fase tras un dramático primer cuarto donde el equipo llegó a perder 15-24, España reaccionó con un parcial 23-0… desde entonces España despegó hacia el oro. Esta vez el parcial no fue tan espectacular “sólo” fue de 19- 5 (del empate a 5 se pasó a un 24-9).
El vendaval ofensivo español arrolló a Serbia (Foto EFE) | |
El huracán anotador de España estaba desatado y Rudy Fernández hacía que España disfrutara de una ventaja que posprimera vez superaba los 10 puntos. En Serbia nada salía, su ataque se colapsaba y triples como los Tepic no llegaban a tocar ni aro. Tras encajar un parcial de 7-0, Dusan Ivkovic llamaba a filas a los suyos (20-7).
Poco se podía hacer cuando enfrente tienes a un Navarro estelar, el hombre de las grandes noches... el de los grandes títulos. Siete puntos en el primer cuarto del jugador del Regal FC Barcelona permitían a España llegar a la conclusión del mismo con una ventaja esperanzadora (24-14).
La amenaza serbia comenzaba a tener el nombre propio de Uros Tripkovic, el nuevo jugador del DKV Joventut fue el único al que la presión no le afecto y se sintió todo lo cómodo en la pista que le dejó España. Sus ocho puntos en los primeros 10 minutos era una buena noticia. En menos tiempo España cometió su quinta falta personal en el segundo cuarto. En sólo 69 segundos Serbia ya visitaba la línea de tiros libres.
Tras unos minutos de dudas y caos arbitral, España retomó su camino con un espectacular alley-oop entre Raül López y Pau Gasol. Los hombres de Sergio Scariolo no querían que la ventaja de los 10 puntos, Rudy Fernández y Felipe Reyes volaban para poner una máxima diferencia en el marcador de 16 puntos (34-18).
Serbia se sentía intimidada por la intensidad de cada una de las acciones de su rival. No había claridad de ideas y, sin Tripkovic en pista, los tiros no entraban. En la pintura Pau Gasol y Felipe Reyes (siete rebotes y ocho puntos) ejercían un dominio contundente en el rebote (17 a 5 en el minuto 15 del encuentro).
España dominaba el partido con la contundencia con la que machaba Pau Gasol el aro serbio. El de Sant Boi ha culminado un año de ensueño con el título de la NBA y el Eurobasket, no hay duda de que es un hombre de otra galaxia que en el Spodek (platillo) aterrizó para ganar el oro. Su grito de rabia contenida desataba una segunda ofensiva española. Los jugadores no querían dejar nada para la segunda parte, querían comenzar su reinado cuanto antes, España doblaba en el marcador a Serbia (52-26).
Este equipo se supera en los momentos importantes y es en las finales cuando suelen alcanzar su clímax baloncestístico. Sucedió con éxito en Japón, casi logró un imposible en Pekín y hoy, aquí, en Polonia, lo han vuelto a hacer. España reina en Europa. Se acabó la pesadilla y ahora toca disfrutar de este hermoso sueño.
El festival no paraba. España era un animal que devoraba a su presa en cada acción. La defensa asfixiaba a los pivots serbios que tanto daño hicieron en el primer partido y en ataque siempre había un hombre que mataba con increíbles canastas como el triple de Ricky Rubio sobre la bocina o la majestuosa canasta de Pau Gasol al terminar la primera mitad… la magia estaba desatada y se teñía del color de España (52-29).
España disfruta de un sueño tantas veces perseguido (Foto EFE) | |
El tercer cuarto se abría de la mejor forma posible, España se iba hasta los 25 puntos de diferencia y lo que es mejor, no daba sensación de que se fuera a frenar en sus ganas e ímpetu por devolver a la realidad a un duro rival que cuestionó su hegemonía.
Y es que Serbia no es un oponente cualquiera, de sobra es conocida su calidad, orgullo y lucha. Estaba claro que no iban a entregar el partido de cualquier manera y Novica Velickovic lideraba un parcial de 18 a 6 que situaba a Serbia por debajo de los 15 puntos de desventaja (58-44).
No había lugar al exceso de confianza. Un defecto que se le achacó al comienzo del campeonato y que el pasó de los partidos ha demostrado que no era cierto. España le devolvía un parcial de 8-0 para regresar a los 20 de ventaja. Rudy Fernández (13 puntos y cinco rebotes en la final para culminar un campeonato espectacular donde ha sido incluido en el quinteto ideal) anotaba una antológica canasta donde previamente había recibido hasta tres faltas. Rudy, como España, era imparable. Al final del tercer cuarto no había dudas de quien era el dueño y absoluto dominador del partido (67-44).
El partido estaba claramente resuelto. Como hace tres años en Saitama, España minimizaba a su rival hasta hacer fácil una victoria que nunca lo fue. Este equipo ha tenido que sufrir mucho para llegar hasta donde lo ha hecho, pero poder disfrutar de unos plácidos 10 minutos era el premio al trabajo realizado no ya en los 30 primeros minutos, sino en los días, meses y años de trabajo oscuro que se necesitan para culminar una gesta como la conseguida en Polonia.
España disfrutaba y hacía disfrutar, los olés de los miles de aficionados españoles desplazados hasta Katowice coreaban cada una de las magníficas jugadas del equipo español, Serbia sólo podía aguantar y esperar a que el vendaval llegara a su fin (74-48).
Pau Gasol salía ovacionado al grito de MVP, MVP… era el punto final a un partido que sólo duró 20 minutos porque España no permitió que la espera de tantos años se alargara. El resultado de 85 a 63 dejaba bien a las claras el dominio de España.
La gloria tantas veces perseguida por fin se alcanzaba. Una generación y un grupo de españoles que se merecen todos los reconocimientos del mundo culminaban el sueño de muchos otros jugadores que lo intentaron pero no pudieron conseguir. España reina en Europa, España es la campeona del Eurobasket.
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