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sábado, 2 de mayo de 2009

El Ejército Rojo contra la guerrilla de Jasikevicius




· Se repite la final de hace dos años, entre dos entrenadores que se conocen a la perfeccion · El trabajo metódico de los rusos choca contra el juego pasional de los griegos


El CSKA Moscú, un equipo cerebral, caracterizado por la sangre fría y por no perder la tranquilidad en los momentos decisivos de un partidos, disputa a final de la Euroliga ante un apasionado Panathinaikos, un equipo caracterizado por disputar cada balón como si se tratara de un asunto de vida o muerte.

Se trata de un duelo en el que se enfrentan dos maneras distintas de ver el baloncesto, tal vez con cierto favoritismo para el CSKA no sólo por el hecho de ser vigente campeón europeo sino porque en compromisos como el de mañana muchas veces el que se impone es el equipo con mejores nervios.

El CSKA es más preciso en su juego y sale a los partidos con un libreto en el que confía plenamente, independientemente del desarrollo del compromiso y muchas veces logra darle la vuelta al resultado a punta de perseverancia en un sistema y un estilo.

El Panathinaikos, en cambio, juega más a partir de arranques de temperamento y muchas veces cae en la precipitación lo que le lleva a fallar innecesariamente en los pases y en los lanzamientos.

Algo clave en el partido de mañana será cual de los dos equipos logre imponer su estilo. En ese sentido, podrá verse seguramente a un CSKA procurando imponer el rigor táctico en el campo y a un Panatinaikos tratando de romper los esquemas y procurando que se juegue un baloncesto más abierto.

Los dos mejores entrenadores, frente a frente
En cada uno de los banquillos hay un viejo zorro del baloncesto europeo. En el banquillo ruso está el italiano Ettore Messina, el entrenador que más éxitos ha cosechado a nivel de clubes en Europa, mientras que el Panathinaikos estará dirigido por el sabio y apasionado Zeljko Obradovic.

Probablmente, los griegos tendrán la sensación de ser locales en la O2 Arena de Berlín, pues cuentan con más de dos miles seguidores que han venido hasta la capital alemana y que ya mostraron la semifinal conra el Olimpiacos la forma como pueden animar a su equipo.

Además del duelo ente Messina y Obradovic llama la atención el que protagonizaran dos jugadores estrellas: los lituanos Ramunas Siskauskas, del lado del CSKA, y Sarunas Jasikivicius, de parte del Panathinaikos.

Esos jugadores ya mostraron lo que valen sus equipos en las dos semifinales. Siskauskas fue quien marcó la diferencia en el momento decisivo ante el Regal FC Barcelona, mientras que Jasikevicius fue clave ante todo en el último cuarto en el duelo contra el Olimpiacos.

Otro jugador clave para el Panatinaikos es el montenegrino Nikola Pekovic, máximo anotador ante el Olympiacos.

La final de mañana es una nueva edición de la de 2007 cuando el Panathinaikos, ante su propio público en Atenas, logró imponerse a los moscovitas por 93-91.

Ambos equipos tienen en Berlín la posibilidad de ganar la Euroliga por quinta vez para coronar una Final entre Cuatro que ha sido calificada por muchos como la mejor de todos los tiempos.

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